Taxis Mataro Taxi Telefono 662 00 25 99 - Taxis de Bilbao instalarán cámaras de seguridad

Discretas, sencillas y muy eficaces. Varios taxistas de Bilbao están dispuestos a instalar cámaras de vigilancia en el interior de sus vehículos para reforzar la seguridad. Una empresa especializada de Loiu ha colocado el dispositivo en un coche a modo de prueba y realizará dos demostraciones en las próximas semanas para enseñar el sistema a las dos grandes asociaciones del gremio en la villa: Radio Taxi y Tele Taxi, que agrupan a la práctica totalidad de las 774 licencias existentes en la ciudad.

La videovigilancia en este tipo de automóviles funciona ya en ciudades como Córdoba, Valencia o Sevilla. «Se trata de un arma disuasoria muy importante, ya que el delincuente se da cuenta de que le están grabando y teme que esas imágenes sirvan después para su identificación por parte de la Policía», explica José Roman, experto de Prosevi, la firma a la que se han dirigido los profesionales del sector.

«Es un tema muy bueno para sentirnos más protegidos -explica el presidente de Radio Taxi, Juan Ramón Puerta-. Se está haciendo en otros lugares y parece que la experiencia está siendo muy positiva, ya que son un instrumento válido como medida complementaria o alternativa a la mampara», añade.

La preocupación por la seguridad en el sector registró un punto de inflexión hace dos años. El homicidio de Eduardo Robredo, la licencia 168, dejó una profunda huella entre sus compañeros. Desde entonces, muchos profesionales bilbaínos han optado por blindar su defensa frente a los robos y los peligros de la noche, sin reparar en gastos. Los localizadores GPS y las mamparas -se han instalado más de 200- se han popularizado. Las nuevas tecnologías permiten ahora dar un paso más en este empeño.

1.400 euros

Las cámaras que quieren colocar los profesionales cuestan unos 1.400 euros y son casi imperceptibles. El cuerpo, que tiene forma cuadrada y puede ir oculto bajo la piel de plástico del habitáculo del automóvil, tiene un tamaño muy parecido al de una onza de chocolate. El objetivo, el único elemento que no se puede camuflar, posee un diámetro de sólo dos milímetros, como la punta de un bolígrafo.

La señal que captan las cámaras -se pueden instalar hasta cuatro- se envía a un pequeño disco duro portátil grabador que descansa en el capó del taxi, como sucede habitualmente con los cargadores de discos compactos. «Es el corazón del sistema», afirma el técnico de Prosevi. Con una capacidad de 250 gigabytes, el dispositivo de almacenamiento es capaz de registrar todo lo que sucede en el interior del vehículo durante más de tres semanas. La grabación sólo se pone en marcha cuando el sistema detecta algún movimiento o un cambio brusco de luz, lo que permite economizar el espacio. Su mantenimiento es prácticamente nulo.

La transmisión se puede visualizar en las pequeñas televisiones de 7 pulgadas que utilizan los conductores para amenizar las esperas. «Verían en el salpicadero lo que hace el cliente que les da mala espina sin necesidad de estar mirando el retrovisor todo el tiempo».

Si fuera víctima de algún acto delictivo, el taxista, que posee una llave de seguridad para extraer el grabador, podría presentarse con el disco duro en cualquier comisaría de Policía y mostrar la imagen del presunto agresor o ladrón.

«Parece una idea muy buena, porque hay muchos compañeros que son remisos a colocar la mampara por razones técnicas -hay que anular los airbags laterales-, o por motivos de comodidad y estética», valora el presidente de Radio Taxi.

El único aspecto negativo de la iniciativa es que los profesionales que opten por esta posibilidad deberán comunicar a la Agencia de Protección de Datos que han puesto en marcha un sistema de videovigilancia. Los trámites se hacen por fax o 'e-mail' y no son muy complicados. Además, están obligados a colocar en el vehículo una pegatina amarilla que advierta a los usuarios de que se encuentran en un espacio dotado de cámaras de seguridad.

Fuente: elcorreodigital.com